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LA MONTE YOUNG: TRANSCENDIENDO LOS LÍMITES DEL OIDO HUMANO

La música minimalista es una corriente de música contemporánea surgida en la década de 1960 en Estados Unidos, que representa una parte importante de la música clásica en ese país. Concebida como un movimiento underground en los espacios alternativos de San Francisco, pronto se empezó a oir en los lofts de New York, hasta llegar a ser el estilo más popular de la música experimental del siglo XX.

EL PADRE DEL MINIMALISMO

La Monte Young (Berna, 1935) es un compositor y músico estadounidense, considerado padre del “minimalismo”. Sus obras, calificadas como “avant-garde”, “música drone” o “música experimental” exhiben un radicalismo que pone en tela de juicio la naturaleza y la propia definición de música.

“El primer sonido que recuerdo haber
escuchado fue el del viento, que soplaba
a través de las grietas y alrededor de la
cabaña donde nací. Era impresionante,
hermoso y misterioso”.

COMPOSICIÓN 1960 ♯ 5

Las composiciones 1960 de La Monte Young son pioneras del “arte conceptual”. De hecho, fueron toda una declaración social, inspirada en parte como respuesta irreverente a la atmósfera de concierto académico que se estilaba en la época.

1960 ♯ 5 fue concebida e inspirada por el vuelo de una mariposa en la cumbre del monte Tamalpais durante el verano de 1960, que cautivaría la imaginación del artista.

“Tenía la certeza de que las mariposas hacen sonidos;
no solo con el movimiento de sus alas, sino también
con la oscilación de sus cuerpos… Y a menos que
alguien dicte cuán altos o cuán suaves deben ser los sonidos, estos deberían estar permitidos en el reino
de la música. El sonido de la mariposa es la música”.

LA PARTITURA

La partitura de 1960 ♯ 5 dice así:

“Suéltese una mariposa (o varias mariposas) en el lugar de la actuación. Al concluir la representación, nos aseguraremos de que la mariposa haya podido salir al exterior. La composición puede tener cualquier duración, pero si se dispone de un tiempo limitado, las puertas y ventanas podrán abrirse antes de soltar la mariposa, dando por concluido el concierto cuando la mariposa salga”.

“¿No sería maravilloso que alguien escuchara
algo que normalmente se supone que
solo se debe mirar?”.

LA PERFORMANCE

Tras décadas de ostracismo, la composición 1960 ♯ 5 fue representada por primera vez en marzo del 2004, casi medio siglo después de su creación, por la Digital Music Ensemble de Michigan bajo la dirección de Stephen Rush.

En palabras del director,

“La mariposa voló con elegancia sobre el escenario, posándose sutilmente sobre el órgano Farfisa. Durante unos segundos aleteó sobre el órgano a tiempo “prestissimo”. Más tarde, alzó de nuevo el vuelo sobre el auditorio hasta desaparecer en el horizonte”.

LA GRABACIÓN

La grabación del audio del concierto con la tecnología del siglo XXI permitió descifrar por fin el enigma. Y, efectivamente, el registro reveló que la mariposa vibraba y emitía sonidos con una armonía y ritmo característico, pero en un plano sonoro inaprehensible para el oído humano. Su musicalidad transciende por tanto el arte humano, siendo, no obstante, y para muchos, música en sí misma.

Albert Einstein un día le preguntó a su compañero físico y amigo Niels Bohr, uno de los padres fundadores de la mecánica cuántica, si él realmente creía que «la luna no existe si nadie la está mirando.» A esto, Bohr le respondió que sin importar cuánto lo intentara, nunca podría probar que sí, convirtiendo la adivinanza en una conjetura infalible, aquella que no puede ser probada ni refutada.

Como la música de las mariposas, quizá todos los enigmas se encuentran inextricablemente entretejidos en el tiempo, cuya medida, por esquiva, sigue siendo para el ser humano uno de los grandes misterios por resolver.